Microrelatos

Final Feliz

El humo la estaba ahogando. Secó sus lágrimas y por primera vez en mucho tiempo, no sintió deseos de morir. Se levantó y corrió. La puerta estaba lejos, era imposible llegar.

Se acercó a la ventana del quinto piso, donde vivía e hizo señas a la gente que se había juntado abajo. Lo último que escuchó fue la sirena de los bomberos y se desmayó.

Abrió los ojos un tiempo después y los cruzó con una mirada que reflejaba su cara. El médico la estaba revisando y le sonreía aunque con cierta expresión de preocupación.

Esa sonrisa fresca, esas manos tibias y alguien  a quien finalmente le importaba.

-No me deje sola-le pidió.

-Claro que no-dijo él y le apretó la mano.

Por su mente pasaron los últimos años. Como la había engañado Fabián, como la había traicionado Fernanda. El trabajo perdido, el alquiler…

La subieron a la camilla y el médico se sentó al lado en la ambulancia, le hablaba para mantenerla despierta. Ella sonrió y contestó .Se descompenso a mitad de camino y falleció al llegar al hospital. Su última mirada y pensamiento fueron para los ojos celestes que le habían devuelto la sonrisa. No importaba si había sido solo por unos minutos, Nadia sabía que había encontrado el amor, y él había estado a su lado hasta el último instante de su vida. Solo por eso, había valido la pena suicidarse artísticamente, prendiendo fuego el departamento

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No sos vos, soy yo.

                                          

Encerrada en el cuerpo de quien alguna vez había sido mi amor, estabas ahí.

Usurpando su figura, sus huesos, su boca.

Pero tu mirada no era la de ella.

Ella miraba y yo ardía.

Ella miraba y al final de sus ojos, veía mi paraíso.

Ella miraba y yo sabia que no deseaba nada más que ese resplandor verde en mi .

Hablabas, pero tus palabras no eran las de ella.

Ella hablaba con una dulce violencia, con un encanto particular,

sus palabras eran un puente a mi corazón.

Y yo me derretía en cada una.

Caminabas y tus pasos no marcaban los latidos de mi corazón.

Tus pensamientos tan dispersos, tan lejanos.

 NO. Eras ella sin su esencia. Un dibujo de su forma, no de su espíritu.

Vos mirabas con frialdad, hablabas con pesar, caminabas con desgano.

¿Qué hiciste con la vida de quien tanto ame?!

-Soy yo.

-Vos sos otra.

-Soy lo que vos hiciste de mí.

Al final terminamos mirándonos, desconociéndonos, sufriéndonos.

Al final, terminamos.

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